CICLO VITAL

La terapia se adapta a cada etapa del ciclo vital, pues en cada momento de la vida el ser humano tiene distintas necesidades y se enfrenta a situaciones diferentes con los recursos de que dispone.

Las etapas de desarrollo humano se caracterizan por una serie de cambios biológicos, físicos, emocionales, psicológicos y sociales que se dan a lo largo del ciclo vital.

El ciclo de vida de una persona implica siete etapas de desarrollo humano: fase pre natal, infancia, niñez, adolescencia, juventud, adultez y ancianidad. Los intervalos etarios en que se incluyen las distintas etapas son aproximados y se observan variaciones en los sujetos y según el criterio de las investigaciones.


PSICOLOGÍA PERINATAL-GESTACIÓN Y EMBARAZO

El proceso fisiológico de crecimiento y desarrollo del feto que se producen en el útero materno se conoce a nivel teórico como gestación y todo lo que sucede en él condiciona y afecta al futuro bebé. El mismo proceso afecta a la futura madre, y en este caso, se denomina embarazo. En la práctica es común utilizar ambos términos como sinónimos.

La gestación es la etapa del desarrollo que se lleva a cabo en el vientre materno y en la que el embrión comienza su proceso de desarrollo hasta convertirse en un neonato completamente formado. Incluye tres sub etapas: el período germinal (momento de la concepción, cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide y comienza a desplazarse hacia el útero, donde se implantará), el período embrionario (etapa en la que comienza la división de las células según sus funciones, y que luego dará lugar a la estructura ósea, muscular y los diferentes órganos del bebé) y el período fetal (fase en la que los órganos comienzan a formarse y madurar, comienza a las 12 semanas de gestación y culmina con el nacimiento del bebé).

Desde el momento en que se produce el embarazo se empiezan a sentir física y emocionalmente los efectos de todos los cambios hormonales, fisiológicos, cognitivos y sociales que implica el proceso de gestación. Es fundamental adaptarse a estos cambios, para evitar problemas psicológicos que pueden afectar a la crianza.

El estado de salud de la madre, sus antecedentes psicológicos y psiquiátricos o situaciones vitales por resolver pueden afectar el bienestar de la futura madre.

Además, es posible sentir mucha presión por parte del entorno, del que se recibe mucha información, en ocasiones contradictoria, acerca de lo que se debe o no hacer durante el embarazo.

Por todo ello, es importante contar con toda la información necesaria para despejar las dudas y los miedos que puedan surgir ante el embarazo, el apoyo necesario para adaptarse a la nueva situación, prepararse para el posparto y propiciar una buena crianza, afrontando con serenidad todo el proceso e incluso disfrutándolo. Una gestación saludable propicia una crianza feliz.

Los embarazos no deseados, los abortos, la esterilidad y la infertilidad son también situaciones que pueden generar en trastornos psicológicos y en las que contar con el adecuado apoyo es necesario.

PROBLEMAS A TRATAR

Trastornos perinatales: Depresión, ansiedad (Ataques de pánico, TOC, fobia social), trastornos de la conducta alimentaria

Alteraciones emocionales derivadas de la infertilidad: Frustración, sentimientos de inadecuación, desesperación, pena, envidia y celos hacia la mujer embarazada, miedo, pérdida de la líbido, impotencia, inestabilidad emocional, pérdida de la autoestima.


INFANCIA

En la infancia, período comprendido desde el nacimiento a los 6 años de edad, se aprende el lenguaje y las capacidades y habilidades psicomotrices. Se caracteriza porque se produce la transición en la alimentación (introducción de alientos sólidos en la dieta), el inicio de los desplazamientos autónomos (gateo, aprender a caminar), la pronunciación de las primeras palabras, el inicio del aprendizaje de la lectura y escritura y el inicio de las interacciones con el entorno físico y social.

En la niñez (de los 6 a los 12 años de edad) se sigue adquiriendo y reforzando todas las habilidades de la etapa anterior y especialmente las de tipo psicosocial y emocional, esenciales para su correcto desarrollo y la configuración de su personalidad. Destaca en esta fase el desarrollo de habilidades cognitivas (asociación de ideas, reconocimiento de colores, formas y estructuras) y la evolución de las habilidades para la lectura, escritura y pensamiento lógico. En lo social, las interacciones se incrementan exponencialmente y comienzan a formarse vínculos fuera del hogar a través de la educación y las actividades lúdicas o de ocio.

Terapia Infantil

Cuando se presentan dificultades en esta etapa de la vida, el trabajo se realiza conjuntamente con los padres, cuyo rol será fundamental para la resolución de las mismas. Normalmente se alternan sesiones con los padres y niños/as, solo con los niños/as o solo con los padres.

Si la situación lo requiere, también se contará con los cuidadores habituales y se recogerá información en todos los contextos que la niña o el niño frecuente.

La primera visita suele ser exclusivamente con los progenitores para exponer la situación que los trae a consulta y en ella se recogerá toda la información relevante en relación con el niño/a desde el embarazo hasta la actualidad.

Problemas a tratar

  • Problemas de alimentación
  • Problemas de sueño – Terrores nocturnos
  • Problemas de control de esfínteres (encopresis y enuresis)
  • Problemas de aprendizaje/desarrollo cognitivo
  • Problemas de apego
  • Problemas de comportamiento interpersonal (rabietas, conductas agresivas, desafiantes o antisociales…)
  • Problemas escolares y déficit en aprendizaje de técnicas de estudio
  • Trauma
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
  • Fobias
  • Trastorno del espectro autista (TEA)
  • Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Trastorno por estrés post-traumático (TEPT)
  • Apoyo en proceso de separación de los padres

ADOLESCENCIA

La adolescencia es una etapa transcendental de nuestras vidas a la hora de trazar la trayectoria del adulto que acabaremos siendo (Siegel, 2014), muy condicionada por los cambios hormonales y físicamente observables que determinan la madurez sexual.

Se considera que la adolescencia se subdivide en dos fases, la adolescencia temprana, de los 12 a los 15 años; y la adolescencia tardía, de los 15 a los 20.

La adolescencia temprana se caracteriza por una serie de cambios físicos, que usualmente empiezan con una repentina aceleración del crecimiento, seguido por el desarrollo de los órganos sexuales y las características sexuales secundarias. En las mujeres, se inicia el desarrollo mamario y la menstruación.

En la adolescencia tardía se termina de completar el proceso de maduración sexual y se desacelera el proceso de crecimiento, aunque algunas estructuras, como la corteza prefrontal, seguirán madurando hasta incluso los 30 años.

Terapia para adolescentes

El trabajo con adolescentes también requiere un fuerte apoyo parental, pero en función de sus capacidades y problemática, se va centrando cada vez más en ellos. Periódicamente se programa una sesión con los padres para reportar los progresos o dificultades que se observan el proceso terapéutico.

Durante la adolescencia, la integración en grupos y el desarrollo de las relaciones sociales cobran una importancia vital, por lo que una mala gestión de estas habilidades conlleva problemas de adaptación y autoestima.

Los problemas con los estudios o relacionales suelen ser un síntoma que indica que hay algo que está perturbando al adolescente.

Problemas a tratar

  • Trauma
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
  • Fobias
  • Adicciones (Tecnología/RRSS/Internet, ludopatía, drogas)
  • Victimización por acoso, ciberacoso, sexting, grooming
  • Trastornos disocial y negativista desafiante
  • Trastornos alimentarios (Anorexia, bulimia, trastorno por atracón, PICA, TCANE)
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Trastorno por estrés post-traumático (TEPT)
  • Apoyo en proceso de separación de los padres
  • Problemas de identidad y orientación sexual

JUVENTUD

A lo largo de este período, que se da de los 20 a los 25 años de edad, se sigue desarrollando la maduración emocional, culmina el desarrollo físico y en función del grado de estabilidad global que presente se instalará en la adultez con un mayor o menor nivel de bienestar. A partir de esta etapa obviamente los cambios físicos se siguen produciendo, pero cobran mayor importancia los psicosociales.

Las responsabilidades van en aumento y por consiguiente el nivel de exigencia personal y percibido. En sociedades como la nuestra es habitual que en este período se siga con la carrera académica, se combine el estudio con los primeros trabajos remunerados o se decida iniciar la trayectoria profesional. En función del camino elegido se presentarán diferentes posibilidades, relacionadas con el grado de autonomía logrado y las oportunidades que se tengan.

Los jóvenes por lo general le dan importancia a la relación de pareja, las amistades y la formación, por lo que son frecuentes las dudas en torno a estos temas: ¿Sigo estudiando o busco trabajo? ¿Qué es lo que realmente quiero hacer con mi vida? ¿Tiene mi pareja proyección o estoy perdiendo el tiempo?

Uno de los hitos de esta etapa vital es la independencia, dejar de convivir con los padres en el domicilio familiar para empezar una vida por su cuenta, en pareja o compartiendo vivienda con otras personas. Para ello es necesario haber logrado una cierta independencia económica, lo cual no suele ser compatible con el desarrollo de la carrera académica.

Terapia para jóvenes

A partir de esta edad las sesiones en consulta se desarrollan del mismo modo que con los adultos, individualmente, pero si se estima oportuno, pueden proponerse sesiones con familiares o personas significativas.

Problemas a tratar

  • Trauma
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
  • Fobias
  • Adicciones (Tecnología/RRSS/Internet, ludopatía, drogas)
  • Victimización por acoso, ciberacoso, sexting, grooming, acoso laboral (mobbing)
  • Trastornos alimentarios (Anorexia, bulimia, trastorno por atracón, PICA, TCANE)
  • Trastorno por estrés post-traumático (TEPT)
  • Problemas de identidad y orientación sexual
  • Problemas de pareja
  • Problemas sexuales
  • Problemas derivados de adaptación a cambios existenciales
  • Duelo

ADULTEZ

Es la etapa de desarrollo humano más larga, desde los 25 a los 60 años de edad, e implica diversos cambios físicos, emocionales y psicológicos según la edad. Se considera que se subdivide en tres fases: Adultez joven (25 a 40 años de edad), Adultez intermedia (40 a 50 años de edad) y Adultez tardía (50 a 60 años de edad).

En sociedades como la occidental, la Adultez joven suele coincidir con la finalización del período de formación académica y el inicio de la carrera profesional. Es la etapa en la que el organismo está en la plenitud de su capacidad reproductiva, aunque no siempre se desea procrear en este período y cada vez es más frecuente postergar al límite la reproducción, con el riesgo que ello supone para su consecución y la propia salud de la mujer.

En la Adultez intermedia comienzan los cambios propios de la menopausia en las mujeres y la andropausia en los hombres, caracterizados por fluctuaciones hormonales, cambios de peso y talla, emocionales, pérdida de masa ósea y muscular y aparición de líneas de expresión y canas.

Además de la intensificación de los cambios físicos que comenzaron en etapas previas, la adultez tardía se caracteriza por una serie de cambios vitales que tienen un impacto en la dinámica social, como la perspectiva de jubilación, el afrontamiento de la emancipación de la descendencia, así como la asunción de responsabilidades sobre las personas a su cargo.

TERAPIA PARA ADULTOS

Con adultos las sesiones en consulta se desarrollan individualmente, pero si se estima oportuno, pueden proponerse sesiones con familiares o personas significativas.

En ocasiones una terapia individual puede derivar en terapia familiar, si la situación lo requiere y los miembros de la familia están de acuerdo.

Problemas a tratar

  • Trauma
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
  • Fobias
  • Adicciones (Tecnología/RRSS/Internet, ludopatía, drogas)
  • Victimización por acoso, ciberacoso, sexting, grooming, acoso laboral (mobbing)
  • Trastornos alimentarios (Anorexia, bulimia, trastorno por atracón, PICA, TCANE)
  • Trastorno por estrés post-traumático (TEPT)
  • Problemas de identidad y orientación sexual
  • Problemas de pareja
  • Problemas sexuales
  • Insatisfacción con la vida
  • Ergomanía (Afición incontrolable al trabajo)
  • Duelo
ANCIANIDAD

La ancianidad, también llamada tercera edad, es la última etapa del desarrollo humano y si bien se caracteriza por un deterioro progresivo de las capacidades físicas y cognitivas, gracias a los avances médicos y la mejora de la calidad de vida, cada vez más se alcanza esta fase del desarrollo disfrutando de una condición física general muy satisfactoria, que puede equipararse al periodo de adultez tardía.

En general, aunque se observa una gran variabilidad, este período se caracteriza por la aceleración del proceso de envejecimiento (pérdida de masa ósea y muscular, disminución de la visión y la audición); y una tendencia al aislamiento social, bien sea como consecuencia de la aparición o evolución de enfermedades o por la reducción del círculo social causada por pérdidas de seres queridos.

Sin embargo, factores como la calidad de vida y los hábitos de salud, tanto física como emocional, adquiridos en etapas vitales previas pueden influir de forma positiva en esta fase. Un adulto saludable en términos físicos y emocionales afrontará la ancianidad con una mejor perspectiva, de allí que sea importante crear oportunamente las condiciones y hábitos para que así sea.

Las personas que afrontan mal esta etapa de la vida, caracterizada por la progresiva pérdida de facultades en general pueden experimentar mucha angustia si los pensamientos negativos se convierten en rumiativos. Pueden estar muy preocupados por el tiempo que les queda de vida, por no contraer enfermedades graves e incapacitantes, por considerarse una carga y no poder hacer las cosas que anteriormente hacían en su vida cotidiana de modo autónomo.

Terapia para mayores y muy mayores

Al igual que con los adultos, con los más mayores las sesiones en consulta también se desarrollan individualmente, pero si se estima oportuno, pueden proponerse sesiones con familiares o personas significativas.

Si la persona está afectada por un deterioro cognitivo significativo puede contribuir favorablemente al desarrollo de la terapia que los convivientes o personas significativas se impliquen en el proceso terapéutico.

En ocasiones una terapia individual puede derivar en terapia familiar, si la situación lo requiere y los miembros de la familia están de acuerdo.

Problemas a tratar

  • Trauma
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
  • Fobias
  • Trastorno por estrés post-traumático (TEPT)
  • Insatisfacción con la vida
  • Adaptación a la jubilación
  • Déficit en habilidades de afrontamiento del envejecimiento
  • Duelo

Referencias

  • American Psychiatric Association (2013), Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. Arlington: American Psychiatric Publishing.
  • The American Congress of Obstetricians and Gynecologist (2019). Depression and Postpartum Depression: Resource Overview.